Comparativa Decidim vs. Cónsul

Comparativa Decidim vs. Cónsul

Mucha gente me pregunta cuales son las diferencias entre Decidim y Cónsul, las dos plataformas de participación democrática desarrolladas en Barcelona y Madrid respectivamente. Los proyectos son bastante parecidos y a menudo la gente se pregunta qué es lo que los diferencia y cuál se adapta mejor a sus necesidades.

En este post presento una tabla comparativa de las diferencias y las funcionalidades de Cónsul y Decidim. También voy a contaros cuales son las diferencias más profundas entre los dos proyectos, a nivel de concepto, comunidad y filosofía. Es un conocimiento inevitablemente sesgado e incompleto, porque no conozco Cónsul tan bien como conozco Decidim (del que fui fundador y coordinador), pero he hecho un gran esfuerzo por ser equitativo. Espero además poder actualizar esta entrada con los comentarios y las aportaciones que hagáis.

Gracias a Roxu, Pablo, Andrés y Alberto por el feedback que me han dado antes de la publicación de este post. Y un reconocimiento especial a aLabs por facilitarme el acceso a una instalación fresca de Cónsul desde la que poder hacer pruebas de funcionalidades.

Tabla de contenidos

Cuadros comparativos de funcionalidades y características

Comenzaré por la tabla comparativa. No es fácil realizarla porque las dos plataformas tienen conceptos relativamente diferentes en cuanto a la organización de las funcionalidades. He intentado ser lo maś abstracto y neutral posible. Las funcionalidades son las que están disponibles a día de hoy (14 de Enero de 2018) descargando, instalando y desplegando el código la última versión de cada plataforma que se encuentra en los repositorios de cada proyecto. Este es el resultado:

Cuadro 1: Comparativa entre Decidim y Cónsul para las funcionalidades de espacios de participación y componentes o mecanismos
Cuadro 1: Comparativa entre Decidim y Cónsul para las funcionalidades de espacios de participación y componentes o mecanismos

En los espacios y componentes sale ganando Decidim por tener una aproximación más modular y configurable, lo que ha forzado a realizar abstracciones y permitir recombinar elementos. Algunos de estos elementos o componentes no los tienen Cónsul. Quizás el más significativo es el de los encuentros o citas presenciales (Meetings).

Cuadro 2: Comparativa Decidim vs. Cónsul en las funcionalidades de las propuestas
Cuadro 2: Comparativa Decidim vs. Cónsul en las funcionalidades de las propuestas

Las propuestas, junto con las reuniones o citas presenciales, son el elemento fundamental de la participación democrática. Tanto Cónsul como Decidim tienen un sistema sofisticado de creación, discusión y desarrollo de propuestas. El cuadro 2 resume algunas de las funcionalidades asociadas a propuestas. Es importante subrayar que en Decidim he diferenciado entre dos tipos de funcionalidades categorizadas aquí: las propias del componente «propuesta» que puede activarse en diferentes fases de procesos o en órganos de participación, y el del espacio «iniciativas» (que es el equivalente a las propuestas de Cónsul). En Decidim las Iniciativas de base (ciudadanas, de socias/os, militantes, etc.) son un espacio rico en funcionalidades, más allá de la propuesta que incluyen. Las personas participantes pueden activar citas presenciales o añadir páginas estáticas y documentación. Pero todo este potencial no está activo cuando se realiza una simple propuesta dentro de un proceso de participación.

Cuadro 3: Comparativa entre Decidim y Cónsul para funcionalides relacionadas con participantes y otras funcionalidades genéricas de la plataforma
Cuadro 3: Comparativa entre Decidim y Cónsul para funcionalides relacionadas con participantes y otras funcionalidades genéricas de la plataforma

Ambas plataformas tratan bien a sus participantes, garantizando su verificación y ofreciendo espacios o perfiles personales enriquecidos. La única gran diferencia en este aspecto es que Decidim incluye un sistema de gamificación para fomentar la participación y la calidad democrática. Decidim también incluye medidas adicionales para garantizar la privacidad de sus usuarios (como hashing de información personal) y monitorización de la actividad del panel de administración. En cuanto al resto de funcionalidades genéricas Cónsul destaca en tener un sistema más maduro o desarrollado de roles institucionales adaptados a la administración y gobierno municipal, así como una puntuación mucho más alta en el cumplimiento de estándares de accesibilidad web.

Cuadro 4: Comparativa entre Decidim y Cónsul en temas de arquitectura, comunidad y extensión.
Cuadro 4: Comparativa entre Decidim y Cónsul en temas de arquitectura, comunidad y extensión.

Por último podemos comparar otros aspectos de ámbos proyectos. Los temas de la comunidad y la arquitectura los comento más abajo y para la extensión el cálculo lo he realizado sacando la información de las dos páginas webs oficiales pero en ámbos he contabilizado sólo aquellas organizaciones que tienen su portal activo. En el caso de los idiomas he contabilizado sólo los idiomas base, es decir, he excluído las traducciones que son a variantes del mismo idioma (como el Finlandés simplificado o el Español de Paraguay).

El cuadro completo en formato hoja de cálculo puede verse y descargarse aquí en Google Drive.

Valoración de aspectos cualitativos

En cuanto a los aspectos más cualitativos creo que la diferencia fundamental entre los dos proyectos hay que buscaral en tres capas: la política, la tecnopolítica y la técnica.

En la capa política Cónsul es un proyecto que cuenta con más proyección institucional e internacional. No sólo por la distribución geográfica y extensión internacional de las organizaciones y gobiernos que utilizan Cónsul, sino también por el reconocimiento y el impulso que ha obtenido (desde la prensa nacional hasta la ONU). Además, el Ayuntamiento de Madrid ha exprimido al máximo esta herramienta convirtiéndola en un referente mundial para la democracia participativa. Decidim y el ayuntamiento de Barcelona tampoco lo ha hecho nada mal, pero su repercusión y extensión es claramente menor a pesar de contar con una ámplia extensión en Francia o contar con el Ayuntamiento de Helsinki entre sus destacados usuarios internacionales.

En la capa tecnopolítica me voy a centrar en dos aspectos: el de la política de la técnica que llamaremos tecnopolítica-comunitaria (cómo se gestiona el código y las comunidades) y el de la técnica de la política o tecnopolítica-funcional (qué características tiene el software y cómo afectan a la política de las organizaciones que lo utilizan). En ámbos casos hay diferencias sustanciales. Tecnopolítica-funcional: Cónsul es una herramienta principalmente centrada en ayuntamientos y gobiernos municipales (auque hay universidades, gobiernos regionales, etc. que usan Cónsul) y fomenta 4 modelos muy específicos de participación: 1. propuestas de peticiones o iniciativas ciudadanas, 2. presupuestos participativos, 3. consultas, refrendos o votaciones, y 4. legislaciones colaborativas (textos comentados). Si tu gobierno o tu organización quiere desplegar alguna de estas funcionalidades Cónsul cumple perfectamente con el cometido. Pero si necesitas diseñar tus procesos participativos a medida, o realizar variaciones sobre el formato de cómo Cónsul ha diseñado su modelo de democracia, no vas a poder hacerlo (sin contratar a programadores y pagar una alta deuda técnica en las actualizaciones, como nos sucedió en Barcelona). Decidim tiene una filosofía diferente. Está pensado como un sistema para diseñar espacios de democracia participativa de cualquier tipo: presupuestos participativos, conferencias, órganos de participación por sorteo, procesos de elección de candidaturas, construcción participativa de documentos, etc. La lógica de Decidim es que puedes abrir un espacio de participación y combinar diferentes componentes para diseñar una democracia a medida. Puedes consultar este documento para comprender la arquitectura democrática de Decidim.

Tecnopolítica-comunitaria: Para mucha gente la diferencia más radical entre los dos proyectos reside en este punto. Cónsul es un proyecto liderado y gobernado por el Ayuntamiento de Madrid. Decidim, en cambio, está abierto a un diseño participativo y democrático y acaba de comenzar un proceso participativo para definir su modelo de gobernanza comunitaria en meta.decidim.org. En cierto sentido Decidim es un proyecto más democrático y participativo que Cónsul, para bien y para mal. Un hecho significativo en este sentido es que mientras la web comunitaria de Cónsul usa Discourse (un foro diseñado para preguntas y respuestas), la web comunitaria de Decidim usa el propio Decidim, de ahí el nombre MetaDecidim. Algunos pensamos que esto hace de Decidim un proyecto más coherente con sus propios principios, pero que también ayuda a mejorar el propio software y la calidad democrática que defiende, gobernándose a sí mismo de manera democrática y participativa. En este sentido cabe destacar el contrato social que vincula a los miembros de la comunidad Decidim, a las instituciones, universidades, empresas y resto de organizaciones que trabajan con Decidim.

En la capa técnica, a primera vista, los dos proyectos parecen prácticamente idénticos, con algunas diferencias estéticas: los dos son proyectos de software libre y código abierto, desarrollados en Ruby on Rails, desarrollados en abierto en Github, con traducciones a varios idiomas e integración de servicios como mapas, correo electrónico y sistemas de verificación de usuarios. La gran diferencia radica en la arquitectura: Decidim es modular y multitenant, mientras que Cónsul sigue una arquitectura monolítica y no perimet correr varias instancias sobre la misma instalación. La modularidad del código y los cuellos de botella de desarrollo que genera la arquitectura de Madrid están muy bien explicados en este informe que elaboró la Asociación Alabs.

¿Cuál de las dos plataformas, Decidim o Cónsul, es mejor?

Es difícil contestar a esta pregunta, porque depende de muchos factores, como tus necesidades o lo que tú consideres mejor. Cónsul está mejor adaptado a un modelo de participación muy específico (el de Madrid) y en concreto a los presupuestos participativos. Decidim es mucho más configurable, permite hacer más cosas que Cónsul. Cónsul por otro lado tiene más publicidad, ha sido promocionado más y está más extendido. Desde el lado de las funcionalidades, la arquitectura y la comunidad, creo profundamente que Decidim tiene muchas ventajas. El origen del proyecto Decidim se debe, precisamente, a las limitaciones de Cónsul en estos aspectos. Decidim es más modular, colaborable, versátil y también más democrático y participativo. Por eso mucha gente prefiere Decidim. Pero si ya usas Cónsul o se usa en tu organización y no necesitas más, entonces estás usando la herramienta adecuada. Si aún tienes dudas, prueba Decidim, también puedes ver cómo funciona a escala de comunidad, o cómo lo hace a escala ciudad. Cónsul no tiene un sandbox o demo, pero puedes ver de qué es capaz este software visitan el portal de participación de Madrid.

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